En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier hospital psiquiátrico o centro de reinserción social a los que puedas ir por ti mismo. Cuando llegues al escritorio, pregunta al trabajador si "El Holder de la ilusión" está alojado allí.
Si el trabajador asiente con la cabeza, estas condenado. El Holder sabía que irías, sentirás tu cuerpo desaparecer lentamente. No es una experiencia agradable.
Si el trabajador responde negativamente, debes sentirte afortunado. Te pasará un pedazo de papel con direcciones del asilo y te pedirá que te marches. Hazlo, gira a la izquierda, y bota el papel. No querrás alertar al Holder de tu llegada antes de lo necesario
Camina cuatro cuadras por la dirección en la que estás, luego, gira a la izquierda y avanza una, luego a la izquierda y camina dos, luego detente, rasca su barbilla, y gira. La calle ha cambiado - todos los colores del mundo se han drenado frente a ti. Un cráter inmenso está en el centro de la calle.
Da un paso hacia atrás. Debe haber una pluma de pintura roja a lado tuyo, tómala y guárdala en tu bolsillo. Como veras, el efecto de decoloración desaparece lentamente, revelando lo que parece el período subsiguiente de un ataque militar sobre un mundo negro y blanco, edificios hechos pedazos, calles destruidas, y personas muertas por todos lados.
¡Cubre, rápidamente, tus ojos con tus manos y grita "Niego la verdad! ¡Deje que el sendero se manifieste!" Si el Holder te piensa indigno, sufrirás el mismo destino de aquella cuadra destruida, y el efecto que viste, continuará difundiéndose.
Pero si logras pasar, sentirás un ligero hormigueo por tus piernas, tan leve que apenas podrás sentirlo. Abre tus ojos. El efecto continúa expandiéndose silenciosamente, pero tu estas completo, como siempre, en medio de esa ruina. Camina recto por aquella cuadra hasta que llegues a un depósito. Las puertas principales, están dobladas, pero aun se se mantienen fuertes en su sitio. Junto a las puertas del edificio verás una placa como las que hay en las estaciones de bomberos, pero totalmente en blanco.
Saca la pluma que tienes en tu bolsillo y escribe sobre la placa, con letras tan pequeñas como te sea posible, pero que se pueda leer: ¿Quién sobrevivió para contarlo?
La tinta formará un charco en un punto y empezará a gotear, muy parecido a la sangre goteando y resbalará por la placa, describirá al sobreviviente, contando su historia de terror y tristeza, y los finales que sintió en un intento por desistir en la búsqueda, tratando de asegurarse que no vuelva a ocurrir. Muy lentamente, tendrás el horrible presentimiento de que el mismo Holder es el sobreviviente del cual él habla.
Él te asegurará que esto no es verdad, sin embargo, y terminará el relato con: "Su destino no se mencionará en esta narración, pero su legado continúa"
La pluma se derretirá en tu mano y puertas del depósito se romperán y abrirán. Corre hacia adentro (no camines) y entra a la oficina del gerente. Estará completamente oscura, pero no te atrevas a encender la luz, despertarás al guardián de su sueño. En vez de eso, busca a tientas al rededor del escritorio hasta que sientas un objeto, redondo y suave en tus manos.
La oficina desaparecerá de tu vista y tendrás un vistazo de la calle de la masacre, a todo color, antes de que todo se vuelva negro.
Despertarás dos días después sentado en la mesa de tu cocina en tu casa. Un periódico cerca muestra un ataque terrorista reciente. Siéntate derecho y te darás cuenta que sigues sosteniendo el objeto. Ponlo sobre la mesa.
El objeto que tienes ante ti, es una bola de acero del tamaño de una nuez, y es el objeto 51 de 538. El sobreviviente ahora sabe de ti, y tu de él. Los secretos los unirán para siempre.
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